Un trágico suceso tuvo lugar ayer después de la derrota de Boca ante Fluminense. En la ciudad de Claypole, un oficial de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires se quitó la vida en su residencia ubicada en la calle Arturo de Bassi, en el barrio Don Orione del sur del conurbano bonaerense. De acuerdo con la información proporcionada por fuentes judiciales a TN, el joven oficial se disparó con su arma reglamentaria, una pistola marca Beretta, en la cien lateral derecha.
La madre del fallecido, Verónica, de 54 años, dialogó con las autoridades que se presentaron en el lugar y relató lo sucedido. Verónica expresó que su hijo, Marcelo Alejandro Morales, quien estaba de franco de servicio, había terminado de ver el partido de Boca y se retiró a su habitación en el primer piso.
En ese momento, ocurrió el trágico incidente. Una ambulancia fue llamada de inmediato, pero los médicos lamentablemente confirmaron el fallecimiento del oficial.
Verónica compartió que su hijo era un apasionado seguidor de Boca, y que su estado de ánimo se veía fuertemente afectado por las derrotas del equipo. Según sus palabras: «Era un fanático de Boca, si el equipo perdía, se sentía mal, deprimido y triste. Decía que Boca no podía permitirse perder. Estaba viendo el partido con su hermano y su padre. Yo le decía que mantuviera la fe, que íbamos a ganar».
«Unas tres semanas atrás, le dijo a su padre que no me contara nada, pero le advirtió que si Boca no ganaba el 4 de noviembre, se quitaría la vida. Su padre pensó que estaba bromeando y no lo tomó en serio», continuó Verónica visiblemente emocionada en una conversación con Crónica TV.
Minutos antes de la trágica conclusión, el oficial de policía se encontraba viendo el partido junto a su padre y su primo. Su primo comentó: «Cuando me fui de la casa, al poco tiempo, su hermana me llamó para decirme que se había disparado. Siempre estábamos muy emocionados en los partidos que veíamos juntos, éramos apasionados. Nunca amenazó con hacer algo así ni dio señales de ello».